Deambulando sin rumbo entre la bruma.
Siento la presencia de criaturas invisibles arrastradas por el viento.
Son como fantasmas anodinos que no perciben mi presencia en sus dominios.
La noche nunca llega. Siempre es de día.
Una luz infinita baña cada rincón del jardín.
El jardín esta cercado por el mar transformándolo en una enorme isla inhabitada. Ni yo existo acá.
Tal vez si alguien pudiese verme y saber que estoy ocupando un espacio del jardín, solo así podría comenzar mi existencia.
Llego a una de las orillas de mar.
El barco encallado podría ser el mejor refugio para cuando la noche se digne a llegar con su filoso frío.
Al parecer el abandono es tal que ni las sombras se sienten curiosas de entrar.
No hay nadie. Como lo sospechaba.
Acá no entra ni la luz del sol.
Ni siquiera la soledad se atreve a visitar tan desolado lugar.
Pierdo la noción de mi cuerpo. Me transformo en un fantasma más empujado por el viento.
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Fade out funde a negro
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Fade in
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Una mesa, una vela, un vaso.
A este ultimo le pone unos hielos y vierte vodka en él.
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Corte