Me dice

"No envidies, pedí la vida que querés.
No se trata de esa postura positiva superflua. Sino de sentir que existe y es tuya."

Entiendo a la perfección. En algún momento sentí que la vida que quería existía, era mía y estaba cerca. Incluso sentí que podía llegar a mejorar aún más hasta alcanzar la perfección.

Pero hace tres años, aproximadamente, siento que se aleja cada vez más.