Dibujo en palabras
La otra noche caminando por el barrio, noté que la casa que estaba en venta a una cuadra de la mía, había sido finalmente comprada y ya habían comenzado con obras de remodelación.
Dos noches después, caminando por la calle, pasaba por la casa y veo dos chicas rubias muy jóvenes en el porche, sentadas en un sillón, una sobre la otra: la más grande sentada y la otra recostada arriba con las piernas extendidas en el aire. Ambas me observaban fijamente como analizándome.
La mañana siguiente, pasé nuevamente por la casa mientras caminaba al supermercado. Se repetía el mismo cuadro de la noche anterior, pero en lugar de chicas, había dos perros ovejeros alemanes casi en la misma posición que las chicas, mirándome fijamente.