Todo está un poco más acelerado (como los legales al término de una publicidad).
Los modismos del lenguaje publicitario se incorporan en nuestra mente a través de los medios, que nos van educando silenciosamente, lentamente, usando el tiempo a su favor.
Reproducimos lo que vemos en las pantallas.
Casi todos tenemos una pantalla en el bolsillo.
Creo que siempre que hablo de algo, hablo de lo mismo.