Sin tiempo

Al principio el tiempo era mío pero no tenía noción de él ni de mi. Luego ya no fue mi tiempo, era el tiempo para otros.
Es difícil que otros te presten su tiempo cuando se ha abandonado el tiempo propio.
Tuve un paréntesis de algunos años, donde pude recuperar mi tiempo. Disponer de él. Disfrutarlo.
Cuando llegó el momento de despedirnos nuevamente, lo hicimos viajando. Una hermosamente triste despedida.
Luego volví a prestarlo.
Lo extraño.
Ya no es mi tiempo. Otra vez es el tiempo para otros.
No encontré otra manera de seguir haciendo girar la rueda de esta vida hiperreal. Pero al menos, al pensarlo así, siento que no pierdo el tiempo sino que pierdo el tiempo de los demás.