Era una especie de manifestación.
Había una gente amontonada.
No parecía una manifestación.
Era más parecido a gente amontonada en la calle en hora pico, buscando llegar a sus diferentes trabajos con sus andares pesados y lentos.
La cámara se acerca a dos hombres. Uno se llamaba Carlos, tomaba una lata de coca-cola y el de su lado, Juan, tomaba desde una lata de coca-cola cortada a la mitad, fernet.
Juan le confiesa con tristeza a Carlos que tiene miedo que su familia se entere que bebe alcohol a escondidas. No quiere que se preocupen, pero es la única forma que tiene de soportar la rutina. Carlos le dice que ya se terminó el fernet que deje la lata por ahí y no se preocupe. Pero Juan le responde que justamente ese es el problema, que el fernet se terminó pero no quiere soltar la lata.