El otro día, un viejo amigo de mi padre (tal vez el primero y el único realmente amigo que tuvo), me dijo que hay dos formas de darse cuenta de que se está vivo.
La primera es respirando: darse cuenta que el aire que respiramos contiene polución, oler el smog. Eso ya es un indicio de que estamos vivos y conscientes que estamos respirando algo que no está bien.
La segunda me dijo que me la va a decir después, como para no quedarse sin revelaciones futuras.